Como sistemas energéticos que somos, en cada instante, estamos intercambiando informaciones e igualando frecuencias con el resto de sistemas energéticos que configuramos el universo. Este proceso lo dirige nuestra mente, desde el sistema operativo de nuestro perfil personal, formado por nuestras creencias y nuestros automatismos.
Y todo esto, lo realizamos desde nuestro código de coherencia. Que nos hace ser Únicos exclusivos y excluyentes. Por ese motivo, no ha existido ni existe ni existirá nadie como nosotros. Todo lo que digamos o creamos tendrá esa naturaleza. Por eso podemos crear cualquier realidad que nos propongamos.
Cada uno de nosotros como seres humanos. Somos parte del proceso individual dentro de todo el Proceso de la Realidad Universal. Cualquier realidad tiene cabida. Por eso, podemos crear desde lo estúpido a lo sublime dentro de las mismas reglas de juego. Eso lo podemos confirmar si observamos todo el proceso que acontece en nuestra realidad. La realidad universal, está formada por la nuestra más la de los demás sistemas energéticos que existimos en el universo.
En definitiva, somos emisores de información y energía y receptores de información y energía. Esto siempre desde nuestro código de coherencia Cuando emitimos lo hacemos de manera exclusiva y excluyente. Este matiz es lo que nos hace imparables en la consecución de nuestros objetivos, siempre que no abandonemos el proceso específico y apliquemos nuestro plan de acción, procurando ejecutar este plan de acción gestionando coherentemente nuestro sistema energético (Sin bloquearlo o sobreexcitarlo).
En mi consulta cuando estoy ayudando a las personas, por ejemplo, a dejar de fumar. Siempre les digo que nuestro cuerpo es un sistema energético, Como lo es también un coche. Como destruimos el motor de un coche, pues cuando lo sobre aceleramos o cuando lo conducimos en primera y lo aceleramos. Los seres humanos debilitamos nuestro sistema energético (nuestro cuerpo) con sentimientos y emociones reactivos como pueden ser: La rabia, resentimiento, ira, etc. O con sentimientos que yo denomino de naturaleza excluyente a nivel energético como pueden ser: la pena, tristeza. Estos bloquean nuestra energía vital y para hacer frente a cualquier actividad provocamos una sobre carga que nos agotaría rápido. Por este motivo una persona deprimida, está quieta y agotada. Este estado seria haciendo un paralelismo con el ejemplo del coche. El conducirlo en primera y acelerarlo. Se agotaría muy rápido.
Cuando somos receptores, por coherencia tenemos que percibir al emisor de manera exclusiva y excluyente, por encima incluso, de nuestros deseos. Esto es debido a que además tenemos que ser referentes para que los demás puedan seguir creando su realidad también.